Felipe amaneció un día "dormido" en un carrito de bebé que habían dejado en la basura, atrás quedó el hambre, la sed y el miedo. No se como continuar este relato, sin sentir que se me vuelve el pecho a encoger...
Recuerdos de una gestora.
Muchos años ya, puede que 20 o más que los ojos de Felipe esquivaron los míos, el era un gato dejado de la mano del hombre, diría que de Dios mismo, pero para ser sincera debo decir que fue la mano del hombre quien lo dejó en situación de calle. Felipe no tenía nombre pero así lo llamaba la vecina que a veces y a destiempo dejaba las sobras en la puerta de su casa para el. No respondía por nombre alguno, por que debió olvidar que alguna vez tuvo uno, solo sabía de hambre y miedo, el mismo temor que debió sentir cuando perdió la protección de vivir en un hogar y lo condenaron a convertirse y vivir como un gato asilvestrado. Nunca confió en mi, su cuerpo maltrecho era buena muestra de las muchas fatigas, pero desde que le ofrecí el primer cuenco de pienso, venía diariamente a saciar hambre y sed. Como eché de menos a Felipe, aunque el no me echara de menos cuando desaparecía y se iba de correrías. Debió decir en el vecindario que había una blanda de corazón que todos los días ponía dos cuencos en la puerta de su casa, que allí fueron gata y gato, gata y sus crías y hasta algún perro. Mentiría si dijera que quedaba encantada con cada aparición de uno nuevo, esta carga es bien pesada y a la vez tan satisfactoria, tristezas y alegrías han sido buenas compañeras en todo estos años. Vidas que venía e iban, que a veces se quedaban, desaparecían o perecían, de todos ellos guardo recuerdos y no hay ni uno del que me olvide nunca, solo cuando me falle la memoria y me olvide de mi misma ellos dejarán de ser recordados. Felipe amaneció un día "dormido" en un carrito de bebé que habían dejado en la basura, atrás quedó el hambre, la sed y el miedo. No se como continuar este relato, sin sentir que se me vuelve el pecho a encoger... Continuamos, por los muchos Felipes, Pelusas, Calcetines, Sombras, Mimitos... Por los que no tienen nombre y aunque lo tuvieran ya no lo recuerdan. Recuerden que esta Asociación sigue y seguirá luchando por un método ético de control de las colonias de gatos C.E.R. (Capturar, esterilizar y retornar) Por una ley de protección y bienestar animal para todos.
"Texto de Lizané Díaz Santana, para Tutela Felina Arucas
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